El 66% de los adultos experimenta dolor cervical a lo largo de su vida y el 54% lo ha experimentado durante los pasados 6 meses. Sólo el 5% presentará dolor crónico intenso acompañado de incapacidad funcional.
El 80% del dolor cervical se produce por lesiones óseas o musculares como consecuencia de la degeneración discal y facetaria, a lo que se pueden sumar agentes externos, como traumatismo, sobrepeso, sobrecargas laborales, estrés, etc. El diagnóstico del dolor cervical se basa, fundamentalmente, en la exploración física y en la clínica del paciente. Ante la presencia de dolor cervical irradiado a nuca, cintura escapulohumeral y miembro superior derecho sin patrón radicular con exploración positiva en carillas articulares, están indicados los bloqueos diagnóstico-terapéuticos de éstas.