Con el paso del tiempo la carga que soporta el disco hace que el núcleo pulposo se vaya desgastando y pierda altura. Ese proceso, conocido como “artrosis vertebral”, no es una enfermedad en sí mismo, sino que la mayoría de las personas sanas, a partir de los 30 años, comienzan a tener cierto grado de desgaste.
Sin embargo hay varias lesiones del disco y son las siguientes:
La fisura discal consiste en el desgarro de la envoltura fibrosa del disco.
La protrusión discal consiste en la deformación de la envoltura fibrosa por el impacto del material gelatinoso del núcleo pulposo contra ella.
Si esta envoltura llega a romperse y parte del núcleo pulposo sale fuera de dicha envoltura fibrosa, se diagnostica una hernia discal.
Es decir que la fisura, protrusión o hernia discal se producen cuando la presión dentro del disco es mayor que la resistencia de la envoltura fibrosa.
Sin embargo la estenosis del canal es otro problema que puede ser añadido al problema de la hernia discal.