Existen muchas afecciones que pueden causar un dolor de cuello crónico. La información presentada a continuación describe los síntomas de algunas de las causas más frecuentes del dolor de cuello crónico.
Dolor de cuello que se irradia por el brazo
Un dolor que se irradia por el brazo, y posiblemente hasta las manos y los dedos, generalmente tiene su origen en una hernia discal cervical o una estenosis de agujero intervertebral que pinza un nervio en el cuello. El dolor puede estar acompañado por adormecimiento o hormigueo en los brazos o las manos. Estos síntomas pueden ser de aparición repentina o de evolución gradual.
El enfoque del tratamiento de una hernia discal cervical es guiado por la duración y la intensidad del dolor y el grado de afectación del nervio cervical y de la médula espinal. Lo más común es que los síntomas sean temporales y puedan ser tratados con éxito mediante tratamientos no quirúrgicos (tales como medicamentos, fisioterapia y manipulaciones). Si el dolor no se alivia con el tratamiento médico dentro de 6 a 12 semanas, entonces se puede recomendar un tratamiento quirúrgico.
Dolor de cuello que está relacionado con ciertas actividades o posturas
Un dolor de cuello de evolución lenta (generalmente de varios años) y que suele aparecer como resultado de ciertas actividades o de ciertas posiciones del cuello, generalmente es causado por una estenosis de agujero cervical. Generalmente es la compresión de una raíz nerviosa de un lado de la columna lo que causa la mayoría de los síntomas.
Este tipo de estenosis vertebral se debe a cambios relacionados con el desgaste o el envejecimiento en las articulaciones del cuello (las articulaciones facetarias) o en los bordes de los discos. Estos cambios pueden ser diagnosticados mediante una resonancia magnética o una tomografía computarizada con mielografía. Igual como en los casos de hernia discal, el principal tratamiento de la estenosis es el tratamiento médico (medicamentos, fisioterapia, ejercicios, inyecciones, etc.). Si el dolor es grave o de larga duración, o si el impedimento funcional es de suficiente gravedad, se puede recomendar una cirugía para ampliar el espacio intervertebral y dar más espacio a la raíz nerviosa.