Como seguramente sabrá, el dolor de espalda es una molestia muy frecuente. Entre tres y cuatro adultos sienten dolor de espalda durante su vida (este número seguramente aumentará, debido al envejecimiento de la población y la reciente tendencia a la obesidad).
El dolor en la parte baja de la espalda (dolor en la zona lumbar) es el más frecuente. La mayoría de los dolores de espalda son producto de distensiones y presiones causadas por movimientos fuertes: levantar un objeto sin aplicar la técnica adecuada o un movimiento o giro rápido son solamente dos ejemplos de cómo se puede lastimar la espalda.
Si su dolor de espalda es producto de una distensión o presión muscular (que generalmente se curan solas), solo necesita esperar. Su recuperación puede ir acompañada de una pequeña atención médica, como medicación con o sin receta. También puede aplicar hielo o calor sobre la zona, o hacerse un masaje.
A veces, sin embargo, el dolor de espalda es producto de una lesión lumbar más grave, como una hernia de disco o espondilosis. Según la gravedad de su dolor y su causa, es posible que requiera asistencia médica, como terapia física o incluso cirugía.
Pero no debe olvidar esto: el hecho de tener dolor de espalda no significa que necesite atención quirúrgica o asistencia médica especial. Sí quiere decir que está bien acompañado y cuenta con una variedad de opciones de tratamiento para ayudarlo a sentirse mejor.