Un traumatólogo asegura que los vicios posturales son el origen de la mayoría de los problemas que afectan a esa parte del cuerpo.
“Las personas no cuidan su columna, nadie destina tiempo para eso”, lanza convencido Fernando Larraguibel, traumatólogo especialista en ella. Algo sin duda preocupante, si se considera que la columna es el sostén de nuestro cuerpo y cualquier problema que la afecte inmediatamente repercute en la calidad de vida de las personas, pero también en cómo se ven. Claro, porque si hay un dolor en el cuello, la persona que lo padece anda “tiesa”; y si es la cintura la que molesta, camina “chueca”. Nada bonito.
Según Larraguibel, gran parte de los problemas que afectan a la columna tienen su origen en vicios posturales. Así, por ejemplo, el dorso curvo o “jiba” en las mujeres se debe muchas veces a que existe una hipertrofia mamaria (busto demasiado grande), que se intenta esconder llevando los hombros hacia adelante. Algo similar ocurre con quienes trabajan frente a un computador y miran todo el día el teclado, lo que a la larga les origina problemas en la columna cervical que los hacen tener siempre su cabeza en dirección hacia el suelo.
“Son personas que llevan años y años con esas malas posturas, que van quedando como definitivas. Nadie les enseña cuál es la postura correcta para también verse bien estéticamente”, sostiene el especialista.
¿Y cuál es esa postura correcta? Larraguibel explica que en posición erguida, la columna debería ser recta de principio a fin. “Si una persona se ubica de espalda a una pared, la columna cervical, dorsal y lumbar debe quedar alineada”, dice. Esto significa que no deben existir curvaturas ni en la parte superior (“jibas”) ni en la zona inferior (hiperlordosis) de ella. ¡Ah! Y los hombros deben llevarse hacia atrás, sin exagerar eso sí.
Cuando se trata de estar sentado, la clave está en hacerlo bien atrás y no en la punta de la silla. Ésta -indica el traumatólogo- debe ser ergonómica, y ojalá disponga de un respaldo alto, en el que la columna se apoye completamente y se mantenga recta, y de apoyabrazos.
“Si la persona está muchas horas trabajando frente a un computador, se recomienda usar un apoyapiés, de manera que las rodillas queden un poco más arriba de las caderas y de esa forma la columna también descanse más”, añade el especialista.
Y con el dormir también hay que preocuparse. “Se ha visto que es importante que el colchón no se deforme fácilmente, No se trata de dormir sobre una piedra o algo muy duro, sino que simplemente no se deforme, porque cuando (el colchón) se vence, la columna deja de tener una posición recta”, afirma Larraguibel, y agrega que como la alineación de cuello y columna cervical es fundamental, la almohada es otro factor importante a considerar.
“Si la almohada hace que la columna esté extendida o demasiado flectada, se van a producir dolores cervicales (…) Por esto, debe cumplir con este requisito: que la cabeza quede posicionada ni muy arriba ni muy abajo, sino que alineada con los hombros”, aconseja.
¿Y los zapatos con tacos? “Son como ir en contra de la naturaleza, porque la columna está hecha para estar de pie y, supuestamente, sin zapatos. Entonces, todo lo que va subiendo los talones, provoca una aumento de la curvatura lumbar y eso acarrea en el corto plazo un dolor en esa zona”, explica el médico. De esta manera -dice-, lo recomendable es usar tacos bajos. “Con dos centímetros no hay problema; es con esos tacos aguja que la columna se desbalancea demasiado”, apunta.
Las claves del cuidado y cuándo consultar
Pero además de todas estas recomendaciones, Fernando Larraguibel sostiene que son tres los pilares fundamentales para mantener una buena salud de la columna. Estos son:
1.- Mantener un buen estado físico:
El traumatólogo aclara que no se trata de ir al kinesiólogo todo el tiempo, sino que simplemente de realizar alguna actividad física de forma regular, es decir, por lo menos tres veces a la semana. “Actividades tan simples como caminar a paso rápido, andar en bicicleta o nadar, hacen trabajar todos los músculos de la columna y los va fortaleciendo, lo que a su vez evita que se produzcan los vicios en las posturas (…) porque lo que mantiene a la columna recta es una buena musculatura”, explica el especialista.
2.- Evitar el sobrepeso:
Los kilos de más recargan la columna, dice Larraguibel. “Esto hace que los discos se vayan gastando y eso puede transformarse a la larga en una hernia de columna”, agrega.
3.- Combatir el estrés:
También la ansiedad y la depresión, todas enfermedades que se somatizan, transformándose en dolores ya sea en la columna cervical o en la lumbar. “Todo el mundo hoy en día tiene algún grado de estrés, pero la gente no sabe manejarlo. Hay que enseñar técnicas de psicorelajación y ayudarse eventualmente con algunos medicamentos que controlan esto. Las personas no se dan cuenta, pero las preocupaciones conscientes o inconscientes se somatizan en la columna”, sentencia el médico.
Otro punto importante relacionado a la salud de la columna es saber cuándo consultar. “Un dolor que persiste más allá de una semana y que tienen una intensidad que hace que la persona tenga que estar tomando algún tipo de analgésico, es un dolor que se debe investigar”, enfatiza Larraguibel, y agrega: “Así, un buen traumatólogo especializado en columna puede hacer un buen examen y un buen estudio, para determinar si hay hernias o incluso otras enfermedades más graves, como un tumor”.